Cuatro putos gatos 3

Ya en casa de esas dos golfas la cosa se sale de madre.

A la Carla le baja la regla y a la otra, a la Fiona, le entran ganas de potar. 

- Os dije que el tercer plato de cocido era un abuso.

Las dos, como buenas feministas, se van juntas al baño. Unos berridos más propios de la matanza del cerdo se cuelan por los bajos de la puerta del retrete y hacen retumbar la lámpara de araña que cuelga del techo.

- Te dije que últimamente tengo la negra, que no mojo ni haciendo la siesta bajo una gotera, me dice Shit.

- Pues anda que yo. El último casquete que pegué fue después del gol de Iniesta.

- ¿El de la final del mundial?

- No, peor, en el trofeo de alevines de Brunete.

El surtido de alaridos que se escucha al fondo del pasillo nos hace estremecer.

- Nenas, ¿queréis que llamemos al Samu?

La de la menstruación, cuya inteligencia no alcanzaba el tamaño de un grillo, saca fuerzas de flaqueza y en tanto que se enjuaga la sangre chuminaica en el bidé, se las da de pantera y clama por la orgía:

- ¿Es guapo vuestro colega Samuel? en los toros dicen que no hay quinto malo.

- ¿Contestas tú o yo? le pido a Shit.

- Yo mismo. Clara, sobastarda, los del Samu son los de las ambulancias...

La otra, la Fiona, que estaba echando la primera papilla por la boca y el orificio izquierdo de la nariz, zanja la cuestión con un colosal eructo: broooooooooooooooop¡¡¡

- Tryppee, ¿nos vamos?

- Cagando leches, chaval.

Ahí os quedáis, guarras, que os den por el culoooooooo¡¡¡

Shit y Tryppee salen de la habitación al trote gorrinero y sin mirar atrás. Carla y Fiona, no obstante, no tienen intención de que nadie, y menos esos dos maricones, les estropee su noche.

- ¿Y si pillamos el buga y nos acercamos al bronx? ahí hay buenos negros.

- Qué gran idea, Clara. Estoy hasta los ovarios de niñatos con la polla pequeña. Vamos a ver si cae algún negraco de esos guarrindongos y entre las dos le comemos la morcilla.
- ¿Es que te has quedado con hambre después del cocido?
- Clara, monada, mejor que te calles y que le sigas pasando el estropajo a tu puto coño sanguinolento.